Relación de Pareja.
ión de parejaLa Relación en pareja.
El Amor de pareja es la forma más evolucionada de Amor, la más compleja, la más difícil. Cuando estamos en el enamoramiento la vida se ve maravillosa, cada día es una nueva oportunidad de amar, cada momento se transforma con la ilusión del enamoramiento. Podemos creer erróneamente que enamoramientos es Amor. Pero enamoramiento es fantasía, es ilusión, mientras el Amor es consciencia, es realidad. Reducir la relación de pareja a estados alterados como el enamoramiento es perder el sentido del Amor de pareja, la experiencia del desarrollo a través de la relación.
La relación de pareja está viviendo la peor crisis de todos los tiempos. El hombre moderno, la mujer actual ya no están dispuestos a continuar en el mismo formato patriarcal de matrimonio, donde el hombre manda y la mujer obedece, donde la mujer controla y el hombre se deja controlar, donde ambos sienten desconfianza y piensan que la relación es injusta.
Hay un claro desencuentro donde la mujer moderna más autónoma e independiente quiere un hombre que se encuentra en el futuro, un hombre que no se siente amenazado con la autonomía femenina, comprometido que la trate como igual y que sepa estar a su lado, no por encima de ella, Y un hombre que busca una mujer del pasado, sumisa y que acepta su autoridad sin cuestionar y que acepta su papel en el hogar y con los hijos.
El mundo ha cambiado y el ser humano también, pero las reglas de relación de pareja no han logrado evolucionar con el mundo, el resultado es un desencuentro que se manifiesta en el rompimiento, en la insatisfacción y el desamor. Las parejas se casan con toda la ilusión de una vida juntos para apoyarse, para sentirse seguros y salir adelante los dos y se encuentran a los pocos años en una relación insatisfechos, maltratados, poco valorados y desilusionados.
Si preguntamos a los jóvenes: ¿Cómo cual matrimonio que conoces quisieras que fuera tu relación de casados? observaremos con tristeza que la respuesta es:
“Ninguna relación es cómo me gustaría que fuera la mía”. “Ninguna de las relaciones que conozco es buena como para querer imitar o usar de modelo”.
Los jóvenes ven la relación de pareja cada vez con mayor desconfianza, ya no se comprometen a una relación como en el pasado. Cada vez más parejas deciden vivir juntos para saber si es lo que quisieran en el futuro de su relación, desconfiados, póker: “si resulta bien ya veremos”, desconocen que la relación de pareja es una construcción en el tiempo, todo está por venir y solo podemos poner atención a lo que estamos construyendo.
La relación de pareja es imaginada como los cuentos de hadas: “se casaron y vivieron felices” esa es la ilusión infantil de una mente ingenua. Piensan: “Si encuentras a tu alma gemela, a la pareja ideal, serás inmensamente feliz” lo cual es erróneo, no existe la pareja perfecta, ni la persona ideal, todos somos seres en desarrollo, estamos aprendiendo y evolucionando, no somos iguales a hace 5 años, ni seremos iguales dentro de diez.
La relación de pareja es resultado de un trabajo arduo. La relación de pareja es para crecer en amor y conciencia. Entramos a la relación con poca madurez y mucha ilusión, y caminamos hacia la desilusión, pero perdemos de vista la posibilidad de madurar, de crear en el Amor, siendo el Amor la principal forma de consciencia. Miramos desconfiando del Amor, desde el Egoísmo, queremos ser amados, recibiéndolo todo y dando a cambio muy poco. A la menor provocación huimos del amor.
La relación de pareja nos va a enfrentar con lo que nos falta para seguir el camino hacia la plenitud. Es un gimnasio que nos obliga a trabajar en las áreas más débiles para fortalecer la consciencia, para lograr la mejor versión de nosotros mismos. Mejorarnos día a día, en cada uno de los roles que desempeñamos, como padre/madre, esposo/esposa, como hijo, como profesionista, como empleado, como amigo, como vecino, abarcando todos los roles posibles, para lograr nuestra mejor versión.
En vez de trabajar con nosotros mismos, queremos erróneamente cambiar al otro, tenemos la creencia errónea que cuando el otro cambie, cuando el mundo sea diferente, entonces podremos ser felices, ignoramos que la única parte de la ecuación que podemos controlar es cambiarnos a nosotros mismos. Logramos la plenitud cuando crecemos en la consciencia personal, cuando desarrollamos nuestras posibilidades, cuando logramos la mejor versión de nosotros mismos. La felicidad es resultado del trabajo personal, nunca será resultado de cambiar a los demás o cambiar al mundo.
Esa premisa nos lleva a la conclusión que la relación de pareja está centrada en las diferencias, nos casamos con lo que no tenemos, con nuestro complemento, con lo diferente, polos opuestos se atraen. El resultado inevitable es el conflicto, la lucha de las diferencias, pero el sentido no es el pleito, es aprender a negociar para equilibrar los opuestos.
Pero cuando aparece el Ego, el Ego siempre quiere tener la razón, es argumentativo, eso inicia la lucha de poder, entonces queremos cambiar al otro en vez de cambiar nosotros, pensamos que nuestro sufrimiento es por causa del otro, nada más alejado de la verdad.
La felicidad es resultado de mejores niveles de consciencia, la forma más evolucionada de consciencia es el Amor, El Amor es lo único real en este mundo, todo lo demás es su contrario y se expresa como temor, que es el origen de todo mal, la inseguridad, los celos, el resentimiento, el odio, todos son resultado del temor. Es una fantasía catastrófica de mente, la mente inventa el temor, no existe como tal. El temor es resultado de imaginar en un futuro negativo, algo que no existe y nos asustan nuestros pensamientos, damos por hecho que así será. Lo mismo sucede en la relación de pareja, imaginamos un futuro no deseado y comenzamos a actuar con base a nuestras fantasías miedo, despertando en nosotros mismos la desconfianza, la inseguridad, los celos, el control, el resentimiento, el odio y todos los sentimientos que terminan por hacer de la relación de pareja un infierno. Todo empieza en la mente, en la imaginación y luego termina enfermando la relación.
La relación de pareja es un taller de Amor. Aprender a seguir dando Amor a pesar de todos los miedos que aparecen en nuestra mente. Incluso en el caso extremo de que la relación enferma a tal grado que debemos salir de ella, poder salir con amor de esa relación. Las relaciones de pareja enferman porque creemos que no recibimos el Amor que deberíamos recibir. La atención y el cuidado que creemos merecer. Es difícil comprender en el fondo del ser, que el amor es la mejor expresión del ser, una relación nos da la oportunidad de expresar Amor, el Amor no se pide, no se extorsiona, no se chantajea, ni se persigue, solo se expresa se da, se vive en el amor del ser. La respuesta natural de la otra persona al ser amada es el Amor. El temor es el responsable de todos los malentendidos y problemas en la relación de pareja. El temor es lo que nos hace mezquinos en el amor, es lo que nos hace mentirosos o hipócritas, el temor saca lo peor de cada persona, mientras el Amor expresa lo mejor de cada uno de nosotros.
Aprender y crecer en el Amor debería ser la razón para entrar en una relación. La relación de pareja no es una ruleta rusa, donde esperamos en cualquier momento dispararnos una bala en la cabeza.
En este libro explicamos que el Amor de pareja es un recorrido por diferentes etapas. Igual que sucede en la infancia el aprendizaje sigue los mismos principios de los seis primeros años. Así pasamos por diferentes etapas Amor Tribal, Amor Egoísta, Amor Condicionado, para lograr finalmente comprender lo que es el Amor incondicional.
Mencionamos que la esencia de la relación de pareja es la conciliación de los opuestos, por eso se basa en el conflicto. Una buena relación de pareja no significa que no tiene pleitos y discusiones. Una buena relación de pareja es la que aprende y crece con los pleitos y discusiones.